Nací en Úbeda, un encantador rincón del sur de España declarado Patrimonio de la Humanidad. Una experiencia transformadora ocurrió cuando tenía apenas 10 años: presenciar mi primer concierto flamenco en el colegio. Poco antes de ese momento, mi hermano Javi y yo habíamos rescatado una vieja guitarra abandonada en la basura. A pesar de su estado deteriorado, con solo tres cuerdas sobrevivientes, nos empeñamos en revivirla y hacerla sonar, tratando de emular las melodías que aquel guitarrista había desplegado con tanta pasión. Fue entonces, en ese instante de inspiración y desafío, donde siento que realmente comenzó mi viaje.